¿Y LA OTRA VACUNA?
Como un bálsamo para el desánimo colectivo, se registró el anuncio de la vacuna contra el Covid 19 que este mismo mes empezará aplicarse a los mexicanos, todavía con más dudas que respuestas y con muchas suspicacias políticas.
Mientras que el gobierno federal se ufana de su estrategia nacional planteada por edades y para personal médico, los estados aún no reciben las indicaciones de cómo se aplicará la campaña de vacunación. Peor aún, ya existen comentarios de ciudadanos que dudan en la efectividad del nuevo descubrimiento médico y se declaran en contra de su aplicación.
Como sea, todo indica que ya es una realidad y que vendrá a aminorar la crisis sanitaria global, aunque llega en mala hora, justo cuando inicia otra madre de todas las campañas políticas y a querer o no, la inmunización contra el virus no nos salvará de la disputa que viene entre partidos políticos, a costillas de la sanidad pública.
Así empezó diciembre, así acaba el año, más complicado que cuando nos sorprendió el primer contagio, la primera muerte, las incipientes acciones desconcertantes para todos, improvisadas en muchos casos y que aún nos mantienen en una nueva tensa normalidad. Qué si rojo, anaranjado o verde, una colorimetría que nadie entiende ni respeta.
Y con toda la atención puesta en el nuevo virus, la otra pandemia, la que se ha reconocido que está a la sombra en esta cuarentena, sigue creciendo y para está no hay vacuna. En la realidad que hoy vivimos, también está normalizada la violencia hacia la mujer.
Este 2020 ha sido el peor año para las mujeres, las agresiones domésticas aumentaron más del 50 por ciento, el desempleo afecta más a las mujeres que a los hombres, de una doble tarea, la de la oficina y la casa, se subió el nivel a la cuarta labor, la del trabajo a distancia, las labores del hogar, las educativas y el cuidado de enfermos y ancianos. Este ciclo pandémico además trae consigo graves retrocesos en los derechos de las humanas, todo lo están documentado organismos internacionales y colectivas feministas, pero ningún gobierno redirecciona sus malas estrategias.
Más vulnerables que nunca, las mujeres llevan sobre sí la peor parte de este mal tiempo.
De Argentina, Chile, España o Francia se conocen gestiones emergentes destinadas a la protección de las mujeres y para la atención de las víctimas de violencia, también se insiste en campañas bien elaboradas para la prevención y la contención de este flagelo, aquí en México, más allá del fallido spot de “cuenta hasta diez”, no se ha hecho nada.
Las mexicanas están solas, encerradas, muchas viviendo con el enemigo en casa, muchas sin esperanza, a veces su silencio es la única salvación, por ellas, en el 2021, el activismo feminista vendrá con más fuerza y ya se advierten de una jornada nacional de voto de castigo.
POR: GUADALUPE ESCOBEDO CONDE