CIUDAD VICTORIA, TAMPS. El gobernador del Estado, Francisco García Cabeza de Vaca, negó haberse reunido con agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) para brindarle información de los hijos de Andrés Manuel López Obrador, y lamentó que el columnista Salvador García Soto haga graves acusaciones sin evidencias que sustenten sus argumentos.
A través de su página de Twitter, el gobernador dirigió una carta a El Universal en la que rechazó las afirmaciones publicadas en la edición “Serpientes y Escaleras”, en las que asegura que el gobierno del Estado realiza acciones de espionaje e investigaciones políticas, ni cuenta con información que involucre a la familia presidencial con presuntas actividades ilícitas a través de empresarios tamaulipecos.
De acuerdo con el columnista, García Cabeza de Vaca en uno de sus últimos viajes a Estados Unidos se reunió en Laredo, Texas, con agentes de la DEA, en donde presuntamente dijo tener información en la que involucra al presidente López Obrador y a sus hijos, en actividades relacionadas al huachicoleo y contrabando de gasolina entre ambos países.
“Resulta lamentable que el columnista, sin pruebas, facilite el tergiversar un decomiso realizado por el Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) para generar la falsa percepción de que personas públicas del orden federal se encuentran vinculados con este hecho; o que pretenda relacionar a efectivos de esta corporación con el presunto incidente reportado por el dirigente nacional de Morena (Mario Delgado Carrillo)”, señaló. (Sic).
En la columna de García Soto se lee que el gobernador tamaulipeco ordenó investigar a José Ramón López Beltrán, hijo del presidente, a través de un despacho de exagentes el FBI, quienes siguieron por seis meses al hijo de AMLO.
“Esta no es la primera vez que el señor García Soto publica datos sin apego a la realidad sobre mi persona”, reiteró el gobernador.
Para concluir, aseguró que no ejerce la política desde la oscuridad no con perversidad, por el contrario, está convencido de realizar un debate abierto, por lo que reprobó los “golpes bajos” en su contra, como la elaboración de la falsa narrativa publicada en El Universal.
