“La oportunidad de competir por un equipo que compite por el campeonato es algo que he estado esperando desde que me uní a la F1”.
Hablar de Checo Pérez hoy es hacerlo de la F1, pero más allá de eso, se debe recordar de dónde vino y todas las barreras que tuvo que superar como piloto. ¿Desde cuándo? Desde que corría Karts de competencia en México y vencía a los pilotos con mayor edad y experiencia que él.
Es importante hablar de ello porque fue la intransigencia de sus detractores lo que provocó que Sergio Pérez abandonara las carreras en México para ir a Estados Unidos a prepararse, luego, con un sueño bajo el brazo, ir a Europa y vivir solo, siendo menor de edad y lejos de su familia y su país, pero construyendo su futuro.
Su habilidad lo destacaba en el kartismo por trazos limpios, suaves y veloces que hoy en día es muy conocida porque le permite conservar los neumáticos mejor que sus competidores.
Su paso por las categorías de promoción no pudo ser sin el apoyo de empresas mexicanas que creyeron en sus aptitudes, que lo cobijaron diez años en la espera de escribir la historia.
La llegada en 2011 de Sergio Pérez fue un séptimo lugar en Australia, pero una pieza mal pegada en un alerón provocó una sanción que descalificó a su auto, no al piloto, sino al vehículo, pero el joven empezó a brillar por sí solo. Sauber terminó ese año en el lugar 16.
Al año siguiente llegó su primer hito, en una estrategia arriesgada en Malasia, Sergio entró antes que nadie a los fosos de abastecimiento a un cambio de neumáticos previniendo el clima que le sería favorable en la lluvia, más aún, cuando la pista se secó, también contó la decisión y el manejo.
Cerca estuvo de alcanzar y rebasar a Fernando Alonso que con el Ferrari lideraba la carrera, pero el mexicano se quedó con el segundo puesto y logró su primer podio.
Ese mismo año, subió al podio en Canada, tercer lugar después de un par de rebases espectaculares y por si no fuera suficiente, en Monza volvió al podio en segundo lugar. Nuevamente con rebases espectaculares.
Entonces llegó su primer cambio de escudería, y por un año que pareció ser muy largo compitió con McLaren, no pudo cosechar tan buenos resultados, porque la escudería pasaba por un momento complicado.
Se rumoró que se quedaría sin asiento, pero entonces llegó una ventana de oportunidad que definió su carrera. Encontró lujar en el joven equipo Force India donde pudo retomar la emoción de festejar en el podio, Bahrein le permitió un tercer lugar y además llevar a su escudería al 6º lugar del campeonato de constructores y Checo fue 10º entre los pilotos.
En 2015 un tercer lugar en Sochi lo mantuvo conectado en la competencia que llevó a que el equipo subiera un escalón en el campeonato de constructores. El auto mejoraba, se desarrollaba y avanzaba.
Para 2016 lograron juntos alcanzar el 4º lugar de constructores y Checo alcanzó dos podios, en Mónaco y Baku para subir al 7º en el campeonato de pilotos.
En 2017 no logró un podio pero la competitividad demostró un crecimiento sostenido del equipo porque volvieron a ser lo mejor del resto para ser cuartos y para 2018 la competencia fue feroz, checo terminó 8º y el equipo 7º.
Force India Cambió de manos y se convirtió en Racing Point, ahí tuvo que volver a empezar a desarrollar una plataforma y acabó 10º del campeonato y el equipo fue 7º para despedir el 2019 que lo había confirmado con contrato hasta 2023.
2020 fue un año complicado, pero el desarrollo del auto de carreras le permitió dos podios: Turquía en una pista resbaladiza por la lluvia y su primera victoria en Sakhir, en un trazado alterno del circuito de Bahrein.
Este mismo año fue donde anunciaron que no seguiría con ellos a pesar de su acuerdo original.
El mexicano se ciñó a hacer su trabajo, y desde Monza que fue cuando supo que no continuaría con el equipo, fue quien más puntos llevó a su escudería, quien mejores resultados consiguió, quien demostró su valía a pesar de que sabía que su destino estaba fuera.
El piloto mexicano ha luchado siempre contra corriente y cuando tuvo la herramienta adecuada, la aprovechó al máximo, desarrolló los autos hasta donde los recursos daban y sólo los más conocedores podían notar el trabajo titánico de lograr los avances en equipos que en el papel pertenecían a puestos de media tabla para atrás.
Checo Pérez no abandona competencias por accidentes provocados por su manejo, y sus números lo demuestran, porque en las 191 carreras en las que arrancó, sólo se retiró en 25.
¿Piloto lento? A pesar de los autos con los que compitió logró imponer 4 vueltas rápidas en carrera.
¿Qué significa que Sergio Pérez sea piloto de Red Bull?
Es tan simple como desarrollo y competencia. Checo demostró que puede ser competitivo, que puede desarrollar el vehículo de competencia y llevarlo también a conseguir resultados.
Red Bull tiene fama de dar oportunidad a las nuevas generaciones y dar continuidad a sus jóvenes pilotos, pero también necesita ser un equipo competitivo para dar esas herramientas a sus nuevos valores.
Cuánto le ha cambiado la vida a un joven discreto e introvertido que fue rechazado en su país por ser mejor piloto que sus competidores con más edad.
Su llegada promete mucho para muchos, su continuidad deportiva, su aporte técnico, el desarrollo de la escudería y el atractivo de uno de los Grande Premios que más le gusta a los pilotos, en el Autódromo Hermanos Rodríguez, que lleva reconocimientos consecutivos como el mejor evento del año y que cada año se prepara para repetir.
