Opinión

EL PODER DEL PUEBLO.

Puedo dar muchos ejemplos de esto, pero por supuesto que hablaré de Nuevo Laredo.

Si, yo sé que el decir o hablar de que el pueblo tiene el poder de quitar o poner es un tema que pudiera parecer trillado, pero, ¿realmente nos hemos detenido a analizar la fuerza que los ciudadanos tienen para lograr una verdadera transformación?.

Puedo dar muchos ejemplos de esto, pero por supuesto que hablaré de Nuevo Laredo, donde los cambios trascendentales se han dado gracias a la participación decidida de los ciudadanos, porque cuando el pueblo manda, no hay quien detenga su decisión.

En la historia mundial, de México y de la ciudad, la alternancia se ha logrado cuando el pueblo se une, se organiza, alza la voz y sale a las calles a demostrar que son ellos quienes mueven a la ciudad y esto fortalece la democracia, pero sobre todo, nos obliga como gobierno a trabajar en las verdaderas necesidades del pueblo, crear estrategias y planes de desarrollo de acuerdo a los tiempos, pero sobre todo a lo que demanda el ciudadano.

Soy una fiel creyente de que los mejores gobiernos se erigen trabajando hombro a hombro sociedad y gobierno, pero para llegar a ese punto hay que saber escuchar al ciudadano, empatizar con sus necesidades, conocer el territorio y mantener la comunicación directa con ellos, pues son ellos quienes llevan el pulso de las calles y es justo por eso que coincido en lo que se dice por ahí, hay que mandar obedeciendo.

Es enriquecedor el saber que cada vez más, el ciudadano hace conciencia del poder que tiene en sus manos y se organiza para lograr cambios en beneficio de la comunidad, y es muy gratificante ver que han entendido que su participación es primordial no sólo al momento de elegir, también al momento de señalar, gestionar y contribuir a la construcción de un gobierno, ese es el verdadero poder, impulsar nuevos liderazgos, pero trabajar de la mano con ellos para así generar un cambio verdadero en beneficio del pueblo y esto es algo que el ciudadano ya entendió, pero que a los políticos tradicionales les falta entender; afortunadamente cada vez somos más los que entendemos el concepto de gobiernos ciudadanos.

Vivimos tiempos de cambios constantes, de transformación, de nuevos liderazgos y de ciudadanos más informados y organizados, reflexionemos sobre esto y trabajemos juntos en un fin común, mejorar la calidad de vida de nuestras comunidades de manera coordinada, escuchando, empatizando y actuando bajo la premisa de que el pueblo es primero.

Escribe: Carmen Lilia Canturosas.

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