Opinión

Pandemia: el vaso medio lleno.

Nada garantiza que este gobierno logre cumplir el calendario de vacunación.

Apunté la semana pasada que no debemos ilusionarnos mucho con la de la vacuna anti COVID. No debemos ilusionarnos porque el calendario de inoculación del gobierno implica que buena parte de la población económicamente activa permanecerá encerrada durante la totalidad de 2021. Y, sobre todo, no debemos ilusionarnos porque nada garantiza que este gobierno logre cumplir con ese calendario.

Digo, es el gobierno que trajo de regreso el sarampión y no puede vacunarnos contra la influenza; el que desabasteció a los enfermos de cáncer, esclerosis múltiple y VIH. El de los 200 mil muertos. El que no puede armar una rifa. Así que en una de esas nos quedamos encerrados hasta 2028, cuando una misión humanitaria de la ONU venga a recoger los cadáveres.
Esta semana, encima, llegaron tres noticias que, en principio, deberían fundamentar aun más nuestro pesimismo.
La primera es que viene una segunda tanda de médicos cubanos. ¿Qué significa esto? Que nuestro gobierno va a gastarse otra lanota en honrar la tradición castrista de la mano de obra esclava, y de paso en exponer a la población a un personal con muy dudosas calificaciones, porque lo del sistema de Salud isleño es, hace ya mucho, un cuento chino: allí, tienes que llevar tus propias sábanas al hospital y cuidar que el médico no te robe —caso real— el dispositivo intrauterino para venderlo en el mercado negro.

La segunda, que también involucra a Cuba, es que Conacyt va a becar en esas tierras a mil de nuestros médicos.

Okey, suena del nabo, sí. No obstante, la influencia de columnistas mesurados, conciliadores, de esos que llaman a no polarizar, me llevan a encontrar el ángulo positivo de estas dos iniciativas. A ver el vaso medio lleno.

Respecto a los 500 médicos, a ver: ¿Qué vamos a traer: profesionales daneses, de esos que exigen mascarillas, guantes y salarios que alcancen para comer? ¡Nooo! En el país que tiene el récord de profesionales de la salud muertos por el coronavirus, lo que necesitamos es gente acostumbrada a trabajar en zonas de guerra, sin equipo y con un pago de 10 dólares al mes. Lo mismo aplica para nuestros mil becados. ¿Qué quieres, llevarlos a la Johns Hopkins, una institución fifí, cuando aquí el desabasto es ya la ley y cuando nuestro Presidente explicó que la tecnología es nefasta? Hay un plan ahí. Entiéndanlo.

A lo que sí me cuesta verle el lado amable es a la noticia de que Conacyt pretende producir una vacuna.

Sí, a mí también se me salió el trago de whisky por la nariz, con la carcajada. ¿Se imaginan la escena? 2026. Llegas a tu centro de vacunación. Te toca turno, y un militar se acerca con el frasquito de la —imaginemos el nombre— “Pueblo Bueno V”.

Por muy buena voluntad que tengas, seguramente acabarás gritando algo como “¡Pónganme la Sputnik! ¡Pónganme la Sputnik!”.

Por: Julio Patán / JULIOPATAN0909@GMAIL.COM

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