México sufre para empatar con Canadá en el Azteca.
CIUDAD DE MÉXICO
México soltó la cima de la clasificación en la Eliminatoria Mundialista al igualar a un gol ante Canadá en la cancha del Estadio Azteca.
Tuvieron que pasar 11 meses para que Raúl Jiménez se volviera a enfundar la camiseta tricolor, y más de dos años para pisar nuevamente la cancha del Azteca. Fue mucha la expectativa que causó su regreso, más aún cuando integraría, por tercera ocasión en la era de Gerardo Martino, al llamado tridente de lujo de la Selección Nacional.
Desde el inicio, Raúl se mostró participativo, quizá un tanto ansioso ya que su retorno no fue el único, la afición volvió a ocupar su lugar en las butacas y lo hizo con las mismas ansías que el delantero de los Wolves.
Pero en menos de un minuto Canadá ya había dado el primer aviso con un centro de Buchanan que Memo Ochoa supo controlar, y fue ahí cuando se hizo presente la exigencia en las tribunas para la ofensiva mexicana.
La contraparte, el contraste estaba con los de la hoja de maple, por momentos los reflectores dejaron de enfocarse en Raúl para postrarse en Alphonso Davies. El lateral del Bayern Munich fue el pilar del cuadro canadiense.
De la zaga, al medio campo, al ataque, todo en una sola jugada ante el desconcierto de la defensa mexicana.
Pero Jiménez se negó a soltar el protagonismo, en una gran descolgada mandó un pase filtrado para Lozano, el Chucky, quien no salió en su mejor noche, mandó el balón por encima de la portería de Maxime Crépeau.
Con el gol, llegó la calma, los rostros de frustración cambiaron por alegría. Una gran jugada de Gallardo y una atinada asistencia de Lozano culminaron en un centro que con frialdad definió Jorge Sánchez para mandar el balón al fondo de la red.
Pero la felicidad duró poco, el empate de Canadá fue un cubetazo de agua helada antes del medio tiempo. La nula marca de la defensa encabezada por Araujo y la velocidad del rival enmudecieron el Azteca.
Los 15 minutos de descanso parecieron eternos, el segundo tiempo arrancó con intensidad. Un cabezazo de Raúl tras un tiro de esquina pasó ligeramente por encima del travesaño.
Canadá comenzó con las impresiones, Johnston estuvo cerca de cometer un autogol pero cuando más caliente estaba el partido, el grito homofóbico se escuchó a lo lejos. El árbitro detuvo el partido y se realizó el primer paso del protocolo. Dos minutos sin jugar y rodó la pelota.
La pausa no frenó el ataque tricolor, y Davies se vio obligado a replegar su entusiasmo y quedarse en zona defensiva. No así en empuje de Jiménez, pero el grito de gol se ahogó cuando se decretó una falta del lobo mexicano sobre Vitória.
Las variantes de Tata tardaron en llegar, parece que se ha hecho una costumbre que el timonel espere a los momentos críticos del partido para mover sus piezas. Tecatito, Guardado y Herrera abandonaron, quizá demasiado tarde, el terreno de juego.
Con el amargo empate encima, México intentó abrumar a los canadienses, Raúl buscó con un disparo a puerta, y un tiro desviado del Chucky robó los últimos suspiros de la afición.
El Tri no tuvo éxito en sus aspiraciones de un segundo gol y la encomienda de buscar 9 puntos en esta fecha FIFA se quedó en eso, solo una tarea sin cumplir.
México es segundo del grupo con 8 puntos y aunque iguala a los Estados Unidos, el equipo de las barras y las estrellas cuenta con una mejor diferencia de goles que lo coloca en el primer lugar.
Por: Stephany Fuentes / Excélsior