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Los retos que traerá la vacuna anticovid.

Una vez que la vacuna contra el COVID-19 llegue a México, el país deberá enfrentar y resolver desafíos como avalarla, definir quiénes serán los primeros que la recibirán y distribuirla adecuadamente.

Si bien la aprobación en México de una primera vacuna contra el COVID-19 es una buena noticia —dado que el tiempo para desarrollar un fármaco nuevo de este tipo puede ser de ocho años o más, y por los impactos económicos y sociales de la pandemia en el mundo—, el país enfrentará varios retos para que esta pueda ser aplicada a los ciudadanos. Actualmente, Pfizer es la única compañía que ha solicitado registro ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), aunque hay otras sustancias que llegarán a México en los próximos meses. Hacia el cierre de 2020, estos son algunos de los desafíos a los que se enfrentará el país.

Aprobación

En el proceso inicial está el tema de la aprobación. El gobierno de México aseguró que se están acelerando los procesos para que la Cofepris valide las potenciales vacunas. El 26 de noviembre, Pfizer-BioNTech solicitó registro en el país, pero para esto debe darse un proceso de certificación, revisión y análisis del dossier presentado por la compañía, que empieza por aspectos como la traducción, en este caso, del inglés.

Hasta la fecha, la Cofepris no ha anunciado la aprobación de la vacuna, aunque el gobierno, a través de la Secretaría de Salud, ya firmó un contrato para la adquisición de 34.4 millones de dosis, que empezarán a llegar en diciembre. De acuerdo con el canciller Marcelo Ebrard, una vez que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su siglas en inglés) la apruebe —se espera que sea el 10 de diciembre—, la BNT162b2 llegaría en solo cinco días.

De acuerdo con el artículo 222 de la Ley General de Salud, la secretaría solo concederá autorización a medicamentos cuando se demuestre que estos, sus procesos de producción y las sustancias que contengan reúnan las características de seguridad, eficacia y calidad exigidas, para lo que se verificará el cumplimiento de buenas prácticas de fabricación y del proceso de producción del medicamento, así como la certificación de sus principios activos.

«Las verificaciones se llevarán a cabo por la secretaría o sus terceros autorizados o, de ser el caso, se dará reconocimiento al certificado respectivo expedido por la autoridad competente del país de origen, siempre y cuando existan acuerdos de reconocimiento en esta materia entre las autoridades competentes de ambos países», señala.

Grupos prioritarios

Dado que las vacunas comenzarán a llegar en dosis limitadas y no alcanzarán para una vacunación masiva, se deben establecer grupos prioritarios. El presidente Andrés Manuel López Obrador asegura que ya está listo el plan de vacunación contra el nuevo coronavirus.

En conferencia de prensa, dijo que este martes se presentarán detalles como a quiénes se les aplicarán las primeras vacunas. En otros países donde ya empezó la vacunación, como Reino Unido, los integrantes del personal médico en activo han sido los primeros y, de acuerdo con expertos, también se incluirá a personas vulnerables como adultos mayores o con comorbilidades, y a los miembros de fuerzas de seguridad, como militares, porque serán los encargados de la distribución, de la custodia y de mantener el orden.

Mauricio Rodríguez Álvarez, vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus, explicó en conferencia de prensa virtual que, debido a que la vacunación será «limitada» en tanto comienzan a llegar más fármacos, habrá grupos prioritarios, como personal de salud en atención a pacientes, adultos mayores, personas con riesgos como diabetes, obesidad e hipertensión, y elementos de seguridad (como integrantes del Ejército, policías, etcétera).

Distribución y logística

Una vez que la vacuna haya sido aprobada y llegue al país, el reto es cómo llegará a los centros de salud y se aplicará a los ciudadanos. Para Josué Bautista, de la Asociación Mexicana de Farmacovigilancia, lo preocupante y relevante es el proceso logístico de distribución, almacenamiento, custodia y dispensación.

Como ejemplo menciona que la vacuna de Pfizer debe contar con un proceso de ultracongelación. Señala que en EU el gobierno formó un equipo de trabajo que sumó el expertise y opinión de la compañía farmacéutica, cadenas de farmacias, operadores logísticos, hospitales y otros grupos, en aras de poder desarrollar un plan, probarlo y anticipadamente medir la capacidad del sistema de salud, así como entrenar a los profesionales que aplicarán la vacuna.

«Esto es de gran relevancia porque, si no se mantiene esta cadena de ultracongelación, la vacuna pierde su potencia y, en consecuencia, la capacidad de protegernos contra COVID-19», dice a Expansión Política.

María de Lourdes García, directora adjunta del Centro de Investigación sobre Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Salud Pública, coincidió en que los centros de salud normalmente no cuentan con ultracongeladores, ya que estos habitualmente se utilizan en los centros de investigación, por lo que se tiene que elaborar un plan para ejecutar la cadena de distribución y conservación en frío de la vacuna, pero también se debe prever el problema de cómo almacenarla y trasladarla a los sitios de vacunación.

La UNAM realiza un registro de las unidades de ultracongelación con las que cuenta y que eventualmente pondría a disposición de las autoridades para que puedan almacenar la vacuna de Pfizer.

La capacitación y aplicación de la vacuna

Una vez que llegue la vacuna a los centros, la preparación y aplicación será el siguiente reto, pues se tendrán que hacer campañas y capacitar al personal para realizar la inoculación.

«Dada la epidemia de COVID, no podemos pensar en filas de gente que estén listas para vacunarse, sino que habrá que organizar un protocolo», aseguró la experta del INSP en conferencia de prensa.

El pasado jueves, el presidente López Obrador señaló que el Ejército y la Marina no solo custodiarán las vacunas, sino que también las aplicarán. Por su parte, la UNAM invitó a estudiantes de Medicina y otras instituciones de la comunidad a que se registren para capacitarse en las brigadas de vacunación.

El proceso de cobertura será el más largo dependiendo las vacunas y dosis que vayan llegando, así como de su distribución. De acuerdo con Samuel Ponce, titular del Programa Universitario de Investigación en Salud de la UNAM, el efecto de la vacunación se dará a partir de que 60% de la población esté vacunada, es decir, 70.8 millones de mexicanos, por lo que esto podría ser todo 2021 e incluso hasta 2022.

Fuente: Ariadna Ortega-Expansión Política

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