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Terapia celular, nuevo abordaje en Mieloma Múltiple.

El mieloma múltiple es el segundo cáncer en la sangre más frecuente, tras el linfoma no Hodgkin. A día de hoy es una enfermedad incurable, pero nuevos abordajes como la terapia celular, están permitiendo realizar avances significativos.

España 02 Octubre de 2024.- «Esta enfermedad surge cuando la célula plasmática, dentro de la médula ósea, se convierte en una célula maligna por motivos que se desconocen. Los pacientes tienen como principales síntomas la anemia y las lesiones en los huesos y se quejan de cansancio y dolor en los huesos», explica la doctora María Victoria Mateos, jefa de la Unidad de Mieloma y Ensayos Clínicos del Hospital Universitario de Salamanca.

Los pacientes son mayores, su edad media es de 68 años. El diagnóstico, como detalla el doctor Joaquín Martínez, jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, «se basa en la exploración del paciente, análisis de sangre, aspirado o biopsia medular y pruebas de imagen. El pronóstico ha mejorado mucho: hace unos 20 años la supervivencia era de tres años y ahora es más de siete u ocho años».

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Terapia celular, nuevo abordaje en mieloma múltiple

El tratamiento de inicio es variable, como señala el doctor Martínez. Depende de si el paciente es candidato a trasplante de progenitores hematopoyéticos o no, en función de su elegibilidad basada en su edad y las enfermedades asociadas

Si no puede recibirlo, se trata con un tratamiento con tres medicamentos diferentes: los inhibidores de proteasoma, inmunomoduladores y anticuerpos monoclonales antiCD38. «Son tres fármacos que podemos considerar ya «clásicos» pero que, en combinación, aportan mucho a los pacientes y que son los inhibidores de proteasoma, inmunomoduladores y anticuerpos monoclonales antiCD38″ detalla la doctora Mateos.

Este tratamiento con tres medicamentos se usa de manera continuada hasta que el paciente recae de nuevo o no lo puede tolerar, «que es uno de los problemas a los que nos enfrentamos en la actualidad en los pacientes más mayores», advierte el doctor Martínez. En pacientes jóvenes, se usan cuatro fármacos distintos, trasplante de médula y medicación de mantenimiento. «Son tratamientos, en general, bien tolerados», añade.

«Afortunadamente, tenemos muchas líneas de tratamiento tras las recaídas sucesivas porque los pacientes se benefician de combinaciones de fármacos con diferentes mecanismos de acción. Lo que vemos con las nuevas terapias es que, en ocasiones, las últimas líneas son más eficaces que las líneas previas. Optamos por unos u otros fármacos en función de que el paciente sea sensible o refractario a ellos. Ahora están llegando nuevas estrategias, nuevas dianas y nuevos tratamientos, que cubren una necesidad médica que no estaba cubierta para los pacientes que ya han recibido todas las familias de fármacos», detalla la doctora Mateos.

Tratamiento específico

Uno de estos nuevos abordajes es la terapia celular, es decir, el uso de las células del propio paciente, que son modificadas para que ataquen de manera específica a las del mieloma múltiple. En este caso, se usa un tratamiento que son las células CAR-T, que son las siglas en inglés de linfocito T con un receptor del antígeno quimérico. Ya está aprobada en mieloma y, además y con anterioridad, en otras enfermedades hematológicas como el linfoma y leucemia del adulto y pediátrica. Además, se está explorando en otros cánceres de sangre, tumores sólidos y enfermedades autoinmunes -como el lupus- y neurológicas, como la esclerosis múltiple.

Cuando se determina que el paciente es candidato para recibir células CAR-T para tratar el mieloma, hay que seguir un proceso complejo y detallado, señala el doctor Martínez. «En primer lugar, el hospital tiene que estar designado y certificado, para poner este tratamiento, por el ministerio de Sanidad y por Europa. Hay 25 centros en la actualidad en España. Cada caso tiene que ser autorizado por un comité del Sistema Nacional de Salud. Tras la autorización, el centro tiene que establecer fecha para extraer los linfocitos T de la sangre del paciente, que se mandan a un laboratorio para que sean modificadas genéticamente allí. Nos las devuelven en unas cuatro a seis semanas y se infunden al paciente, que suele responder al tratamiento en un mes, aproximadamente. La mejoría se nota rápidamente porque estos linfocitos T que han sido modificados van directamente y de manera bastante específica contra la célula tumoral». Lo importante, además, es que las respuestas son duraderas y tras una administración única de estos linfocitos T con el CAR lo que permite que el paciente no necesite tratamiento posteriormente.

En Bristol Myers Squib estamos muy comprometidos desde hace años con la investigación de la Hematología especialmente en el mieloma múltiple y en la terapia celular. En España estamos entre las cinco primeras compañías con más ensayos clínicos en marcha, contabilizando cerca de 112, con 3.200 pacientes involucrados. Concretamente, un 57% de nuestros ensayos clínicos están en fases tempranas (I y II) y un 80% de estos son en el área de oncología y hematología. Este éxito en I+D no sería posible sin la excelencia investigadora que hay en nuestro país, subraya Reyes Calzada, responsable del área de hematología y terapia celular del laboratorio que investiga tratamientos innovadores incluida la terapia celular.

Mejor calidad de vida

«Realizamos ensayos clínicos con terapia celular desde 2018 y muchos pacientes se quedan sin enfermedad y libres de tratamiento. Nos dicen que se sienten como antes de tener el mieloma. Es algo que no habíamos visto nunca a estos pacientes», destaca la doctora Mateos. «La experiencia está siendo fabulosa, porque los pacientes tienen que venir mucho menos al hospital, por lo que ganan calidad de vida», añade el doctor Valentín Cabañas, responsable de la Unidad de Mieloma del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia.

Las diferentes estrategias de terapia celular funcionan en, al menos, 8 de cada 10 pacientes, como señala la doctora Mateos. «La tasa de remisión completa ocurre en el 40-50% de los pacientes y ahora tenemos también herramientas para detectar si queda enfermedad mínima residual. Detectar si hay o no enfermedad mínima residual en el Mieloma es el factor pronóstico más importante y es un aspecto clave que ha llevado a las autoridades regulatorias estadounidenses a incorporarla para aprobar nuevos fármacos. Estamos pendientes de que lo hagan las autoridades europeas», anuncia.

Además, como indica el doctor Cabañas «este tipo de terapias permiten triplicar el tiempo libre de enfermedad. Es un procedimiento seguro, pero no está exento de efectos adversos, por eso se administra con el paciente ingresado. Se está investigando en adelantar su uso a fases previas de la enfermedad.

«La primera paciente que traté con esta terapia celular me dijo que iba a recibir las células ‘devora tumores’. Y me parece una buena definición, visto los resultados que tienen», concluye la doctora Mateos.

Fuente Informativa: UE Studio

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