Las niñas del mundo.
Una de las mayores problemáticas que afectan a las niñas y adolescentes en México es el matrimonio y los embarazos tempranos.
El martes pasado se conmemoró el Día Internacional de la Niña. Ya son diez años de promover esta fecha en la que se pretende visibilizar a las niñas y adolescentes y revertir la desigualdad y la brecha de género.
MATRIMONIOS Y EMBARAZOS
Una de las mayores problemáticas que afectan a las niñas y adolescentes en México es el matrimonio y los embarazos tempranos. Una de cada cinco mujeres en nuestro país contrae una unión conyugal antes de cumplir los 18 años. El 50% de estas pequeñas está en condiciones de pobreza y 70% no acude a la escuela y se ocupa de labores domésticas no remuneradas.
A pesar de que el matrimonio infantil está prohibido a nivel federal, el impedimento no alcanza en los casos en los que éste se ve como una fuente de ingreso familiar o responde a los usos y costumbres de la población.
La mayoría de estos matrimonios no son más que una transacción económica para la familia, en muchas ocasiones un simple trueque, su hija por un par de cerdos, borregos o gallinas. Y para la menor, una vía de escape de la violencia intrafamiliar, la pobreza y la servidumbre.
Contrario a lo que se piensa, la mayoría de las menores de 18 años que contraen una unión formal e informal, no lo hacen con una pareja de su edad, lo hacen principalmente con hombres que sobrepasan los 25 años.
Sí, son niñas uniéndose a adultos en relaciones evidentemente desiguales, en las que la violencia económica es constante. Son niñas que en su mayoría dejarán la escuela, tendrán embarazos tempranos y repetirán el ciclo de marginación y pobreza.
Y no sólo es el matrimonio, 15% de las niñas que fueron madres fue producto de violación, incesto o coerción. Patrones que se reproducen en condiciones de pobreza extrema, desigualdades de género y violencia sexual.
Estas jóvenes no tienen opción ni acceso a oportunidades, escolaridad, ni conocimiento mínimo de sus derechos.
Según la organización Save the Children, en América Latina cada año se embarazan cerca de dos millones de niñas menores de 15 años y su índice de mortalidad es 50% mayor que entre quienes tienen hijos siendo mayores de edad.
En México, 98% de estos casos sucede en menores de 14 años y es más frecuente en las zonas marginadas de Chiapas, Tabasco, Coahuila y Guerrero, sobre todo en comunidades con prevalencia indígena.
TRATA Y FEMINICIDIO
Pero las amenazas a niñas y adolescentes no se quedan ahí, incluso hay otras mucho más graves y que atentan aún más contra su integridad, incluso su vida, como la trata de personas y el feminicidio de niñas y adolescentes.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) revelan que entre enero y mayo de 2022, del total de menores de 17 años (167) que fueron víctimas de trata, las niñas y adolescentes mujeres (131) representaron 78.44 por ciento,
Esto es realmente indignante y preocupante, sobre todo en un país donde el seguimiento a estos casos es prácticamente nulo.
Tristemente, el feminicidio de niñas y adolescentes continúa siendo una indignante realidad, el mismo SESNSP revela que de enero a mayo de 2022, 49 niñas y adolescentes fueron víctimas de este delito en nuestro país.
No hay palabras que puedan expresar, ni adjetivos que alcancen para calificar a un país que no está cuidando a sus niñas y adolescentes, mientras las ve asesinar y aplastar sus derechos.
¿SOLUCIONES?
La prohibición del matrimonio infantil a nivel nacional es fundamental y un gran paso que dio el Estado mexicano, ahora falta hacer llegar la educación y las oportunidades para las niñas de estas localidades marginadas donde el matrimonio y el trabajo doméstico son las únicas opciones con las que cuentan. ¡Mientras todos los derechos no lleguen a todas, tenemos que seguir en la lucha!
La lucha no sólo se debe basar en su protección legal, también debemos trabajar al interior de las familias para erradicar el machismo y la desigualdad en la crianza de niñas y niños, ya que aún prevalecen prácticas discriminatorias al interior de los hogares.
La igualdad de género en México es una lucha que comenzó hace décadas, pero estamos muy lejos de lograr condiciones que la propicien de forma natural y no a través de las llamadas cuotas de género.
Ojalá en un futuro cercano, las niñas y adolescentes puedan vivir en un país donde ser mujer no es un riesgo o una condena a la exclusión.
Escribe: Kimberly Armengol / Excélsior