Nacional

Beatriz Paredes se postula oficialmente ante el PRI como candidata presidencial para 2024.

La senadora aboga por una alianza de partidos que recupere “la grandeza de México”.

CDMX 18 Octubre de 2022.– La senadora priista Beatriz Paredes se ha postulado oficialmente ante su partido como candidata a las presidenciales de 2024. En ocasiones anteriores había expresado su deseo de competir por la presidencia de México, pero este lunes lo ha anunciado ante la plana mayor del PRI en un acto solemne donde ha proclamado su intención de encabezar “una gran alianza de partidos por la sociedad civil. Vamos a recuperar la historia democrática de México, la justicia social, la historia de la legalidad. Vamos por la grandeza de México”, ha lanzado en un discurso de tono electoral.

Paredes se destapa en un momento en que el PRI está pasando por terribles fracturas internas que han llevado a algunas corrientes priistas a pedir la dimisión del líder nacional, Alejandro Moreno. La “militarización de México”, que la oposición ha concretado en la prolongación hasta 2028 de las tareas de seguridad ciudadana del Ejército en las calles, así como el paso de la Guardia Nacional bajo el mando de la Defensa, han sido dos batallas que han agrietado al partido. Los priistas del Congreso plantearon, al gusto de Morena, la prórroga del Ejército en las calles, pero los del Senado se mostraron firmemente en contra, aunque finalmente, con algunas concesiones, doblaron el brazo de los senadores y aprobaron la propuesta.

El enorme disenso en el partido tenía un telón de fondo, los apuros jurídicos que está atravesando el líder, Alejandro Moreno, a quien la Fiscalía de Campeche quiere enjuiciar por delitos de enriquecimiento ilícito y otros. Para Alito, como es conocido en el partido, el apoyo de Morena en el Congreso es vital porque le garantiza su aforamiento y le protege de caer en manos de la justicia. De ahí que todos interpretaran que su postura frente al Ejército era una concesión con favor a cambio.

En este escenario de quiebre partidista, Beatriz Paredes (Tlaxcala, 69 años) ha dado un paso al frente. La senadora se define como una mujer feminista y vanguardista y en su discurso se detiene en políticas inequívocamente de izquierdas, como el combate a la pobreza o la mejor manera de priorizar la educación o la sanidad. En una reciente entrevista con este periódico aseguraba: “Los mexicanos están preparados para votar por una mujer”. No es aventurado decir que quizá tengan que decidir entre una mujer u otra mujer, es decir, entre Claudia Sheinbaum o Beatriz Paredes, pero falta mucho todavía, en términos políticos, para eso.

El enorme empuje de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene a la oposición un tanto deambulante. La alianza entre el PRI, PRD y PAN, orquestada para enfrentar el tirón de Morena en las urnas, no ha dado los resultados que cabría esperar. Pocos han sido los éxitos electorales que pueden esgrimir. Y ahora parece tocada de muerte, precisamente por las últimas votaciones en el Congreso y el Senado sobre la militarización. Los dirigentes panista y perredista anunciaron que el bloque quedaba suspendido temporalmente cuando el PRI planteó aquella polémica iniciativa en el Congreso.

A Paredes, sin embargo, le parece “sabio” ir en alianza, siempre y cuando, explica, “se comparta un programa”. “No creo en la lucha por el poder mismo, me parece que no tiene sentido”, dijo en entrevista con este diario. “Necesitamos plantearle a la población mexicana un proyecto con soluciones a problemas concretos, entonces hay que ponerle fondo a la alianza y eso significa que haya la posibilidad de compartir un proyecto similar que respete el desarrollo democrático”. Y añadió: “Quienes aspiremos a tener la posibilidad de competir tenemos que trascender el nivel de los partidos políticos y vincularnos con la ciudadanía”.

La senadora tiene un discurso templado, alejado al menos de las estridencias que se escuchan de tarde en tarde en la Cámara alta. Considera que hay teoría política de este sexenio rescatable, como la lucha por la corrupción, aunque discrepa de las medidas implementadas para ello. La corrupción es, precisamente, una de las grandes losas que están sepultando al PRI. No hay día que no salga un escándalo de gobiernos pasados y son varios los miembros destacados de la Administración de Peña Nieto (2012-2018) que han pasado o están en la cárcel o son perseguidos por la justicia. “Yo no soy corrupta. Y asumo que en mi partido muchos militantes o figuras distinguidas cometieron errores. Que se les juzgue. Si no lo hacemos, el nivel de desencanto y de desapego de los mexicanos hacia la política va a seguir siendo muy alto”, decía Paredes recientemente.

La senadora critica que el México actual está transitando por una suerte de caudillismo que la ciudadanía ya dio por erradicado. “Esta disciplina acrítica le hace mucho daño al Congreso, porque se minan las posibilidades de la construcción de acuerdos”. Aboga además por nuevas formas de relacionarse y comunicarse con la población, muy descreída y alejada de la política, en México, como en tantos otros países, si bien la desesperanza en México parece más acusada y enquistada entre los jóvenes, que década tras década se desencantan con sus políticos. “Los políticos no logramos comunicar. A la gente no le gusta cómo hablamos, prefieren frases cortas. No le gusta la especulación. Hubo una revolución en las maneras de comunicarse que nos tomó por sorpresa. Que no hemos logrado aprender”. Paredes se muestra interesada por “entender lo que le está pasando a México”. Cree que el discurso del Gobierno contra la corrupción está manchando a toda la clase política. “Entonces, a la sociedad le parece que todos somos una bola de corruptos”.

Por: CARMEN MORÁN BREÑA / EL PAÍS 

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